Hijo de Doña Altagracia Matos y de Don José Mercedes Urbáez (Mallá), nació el 24 de Junio del 1886 en Cachón Flaco Arriba, era el quinto de ocho hermanos de madre y el tercero de seis hermanos de padre y madre.
Juan Matos tuvo unos diecisiete hermanos en total, dos de madre, seis de padre y madre y diez de padre. De madre son La Pola, que no tuvo hijos, vivió y murió en Barahona y Eugenia Matos, mamá de Roselia, Moño, Ren, Arfelino, Severo, etc.
De padre y madre son: Lonicio el papá de Rufino, Morao, Pipa, Loló (Cascarón), etc.; Crecencio, padre de Peinado, Josefa, etc.; Negra Matos, madre de Carola, Flérida, Pilar, Francisco, Ñolín, Reina, etc.; Tomasa Matos, quien no tuvo descendencia y Enoilia Matos (Gundú), la mamá de Canela, Consuelo, Gamaliel, Guarionex, Melquisedec, etc.
Los hermanos de padre son: La cruz, papá de Julito, Donato, Bartola, Juanita Bolí, etc.; Atá, quien no tuvo hijos; Manuel, quien se mudó y procreó en Barahona; Apolina, madre de Elpidia (Arpiria), Quiquín, Riflito, Pablo Félix, Severina, etc,; Rosa, quien se mudó y procreó en Barahona; Milón, padre de Irinio, Salvito, Lidio, Ñaño, Zeneida, Carmen, Alférez, Jacobo, Moneno, Dilito, Eugenio, Doris, etc.; Masón, madre de Liduvina (Elidú), Vitalia, etc.; Emiliana, madre de Eliberta, Olegaria, Pachín, Papó, Pijirigüa, etc.; Mauricia, madre de Miguel Matín, Apolonia, Juan Casilla, Balay, etc. y Maximina, quien procreó sus hijos en Mella, pero todos salieron a vivir fuera.
Papaján, como cariñosamente le llamaban sus nietos, creció atendiendo los predios y animales de su padre (las tierras de Mallá se extendían desde el borde Este del Cachón hasta los heneales de “la laguna”) junto a sus hermanos maternos, Leonicio Matos (Lonicio) y Crecencio Matos -con los cuales tuvo una estrecha relación- formó un equipo de andanza llamado “Los Guachupises”.
“Los Guachupises” eran un equipo temido por sus contemporáneos, debido a la fortaleza y el arrojo con que enfrentaban las diferentes escenas que les presentaba la vida en ese entonces, ya fueran estas de trabajo o alguna que otra bellaquería de juventud.
De su padre se dice que ponía a solear morocotas de oro, práctica esta realizada de manera común por los “acaudalados” de ese entonces. Además montaba a caballo en silla, tenía un rifle, un revolver y un sable, cosas estas muy preponderantes para la época y se utilizaban como indicador de la bonanza económica de cualquier persona. Andar los predios de Mallá sin su permiso era un riesgo debido a la fama que tenían él y sus hijos de ser hombres celosos con lo suyo.
Cuentan las leyendas que para señalar becerros u otro tipo de animales, “Los Guachupises”, los tumbaban con sus propias manos con una facilidad y agilidad increíbles. Cuando las vacas de su padre se perdían en sus terrenos por mucho tiempo y parían, los becerros, ya un poco crecidos, algunas veces, los mataban para consumo en la casa materna. Para sacrificar estos animales utilizaban solo sus manos, no utilizaban lazos ni sogas. Narran que inmediatamente le sacaban las vísceras (asaduras), las ponían a asar a fuego directo en lo que pelaban y descuartizaban el animal.
En 1910, con 24 años, Juan Matos se casa con Flora Terrero, hija de Leoncio Terrero y Cecilia Urbáez, con quien procrea seis hijos: Eufemia, madre de Hugo, Meglis, Nélsida y Derson; Venicia, quien murió en la adolescencia; Victoriano (Ñoco), quien no tuvo descendencia; Carmen, madre de Bienvenido; Cedeño, papá de Oscalina, Manuel, Marys, Papito, Minele, Nelita, Niño, Richard, Milagros, Tita, Marilín, Mellín, Fafi, Rigna, Lelys, Belkys y Susy; la última fue Rubia, quien murió muy pequeña.
A mediados del año 1917, Juan Matos se compromete con Efigenia de las Mercedes Sena (Mercé), Hija de Mónica Sena y Candelario Méndez Heredia, con quien procrea a: Pablo, papá de Manolo, Telma, Noemí, Manuel Antonio (Rojito) y Juan Alfredis (Pablito); Benilda (Marina), madre de Merides, Carmelo, Dennys, Flor, Marisleida, Juan Pablo (La Ñonga), Juan Francisco (Francis), Héctor, Nora y José (Moreno); Delfín, quien murió de seis años de edad; Francisca (Lula), quien murió al año de nacer; Gloria, madre de Arístides, Rafaela (Fella), Rafael Eurístides (Chino), Sandra, y Raquel; Lorenzo, padre de Anselmo (Hito), Celina, Mamita, Nona, Nina, Mariita, Juan, Bartola y Giselín; Antonio (traido), quien murió a la edad de siete años; Víctor Sanave, quien murió de catorce años y tres hijos más que murieron al nacer. Una después de Pablo y los otros dos después de Víctor Sanave.
Aproximadamente en 1930, Juan Matos se une sentimentalmente a Palmira Urbáez (Negrín), con quien procrea cuatro hijos: La primera murió de varios meses, pero, no llegó a ser declarada, por lo que no se le conoce nombre; Guillermina (Nímia), Madre de Juanita, Zaida y un varón; María Matilde, madre de Ramón (Ramoncito) y Josefina; y el último fue Arístides, quien murió de tres años.
Debido a la limitación de la época, Juan Matos asistió a la escuela muy escasas veces, esto ocurrió en 1920 y lo hacía en la tanda nocturna. Pero, aún así aprendió a leer y escribir lo necesario para el desenvolvimiento cotidiano. Unió estos escasos conocimientos a sus sentimientos altruistas para beneficiar a Mella y sus habitantes, ya que siempre tuvo como primer objetivo ver a Mella convertido en un pueblo bien organizado.
Fue alcalde Pedáneo en más de una ocasión y llegó a ser un verdadero líder. Basado en esto y con su visión de futuro organizó la construcción de las viviendas en el pueblo, calculando mentalmente el ancho de las calles, siempre decía que “estas debían ser de catorce varas de ancho”.
Hoy que el Municipio de Mella tiene sus calles pavimentadas, puede apreciarse que es un verdadero pueblo y todo se debe a este visionario nacido en Cachón Flaco Arriba.
La primera escuela construida en Mella estaba ubicada en la calle Duarte, justamente donde está la casa de Surminia, esta fue construida por la gestión de este gran hombre, mas luego fue mudada a los terrenos del club también por su gestión.
A Juan Matos se debe lo siguiente: la repartición de solares a familias que emigraban a Mella desde parajes y pueblos cercanos, la ubicación y alineación de sus calles, el local de la primera escuela, una gallera, el inicio de la construcción de la primera iglesia católica, el primer club social y una descendencia numerosa y de gran valía que han seguido y seguirán aportando al desarrollo de este municipio.
En la década del cincuenta un ciclón afecto algunas casas de Mella, derribando unas y ladeando otras, Juan Matos con una brigada del pueblo reparó y construyó estas casas sin costo para los propietarios. Organizó la construcción de regolas para mojar tierras que luego repartía, las cuales no se podían cultivar por falta de agua.
El altruismo de Juan Matos no tuvo comparación, cuando alguien tenía que hacer una casa se presentaba para decirle que debia dejar unas catorce baras entre esa casa y la del frente, siempre decía "Esto un día será un pueblo",
En la década del cincuenta un ciclón afecto algunas casas de Mella, derribando unas y ladeando otras, Juan Matos con una brigada del pueblo reparó y construyó estas casas sin costo para los propietarios. Organizó la construcción de regolas para mojar tierras que luego repartía, las cuales no se podían cultivar por falta de agua.
El altruismo de Juan Matos no tuvo comparación, cuando alguien tenía que hacer una casa se presentaba para decirle que debia dejar unas catorce baras entre esa casa y la del frente, siempre decía "Esto un día será un pueblo",
Hoy, la calle principal del municipio lleva su nombre, y está pendiente el develizamiento de un busto en el parque municipal.
Por último, Juan Matos participó de manera muy activa en la conformación de la democracia que reina hoy en día en nuestro país, puesto que se integró de forma inmediata a partido que trajo la democracia a este país. Justamente participando en actividades de campo durante la campaña electoral de 1962, junto a Bartolito Moquete y Chichí Valenzuela fue fulminado con un ataque cardíaco, esto ocurrió exactamente a prima tarde del 19 de agosto del 1962 a los setenta y seis años de edad, en los predios de los Pasos.
Fue sepultado con tremendo dolor de familiares, conocidos y relacionados. Su funeral demostró las cualidades de líder que tuvo este hombre, por el dolor que mostró el pueblo y la cantidad de personalidades que asistieron al mismo, además de que fue utilizada una banda de música y fotógrafos, sin que la familia lo gestionara. Sus restos descansan en el cementerio municipal.
